Una política de no liendres en las escuelas ayuda a controlar una infestación y mantiene a los niños en casa hasta que se eliminan todas las liendres. Esta política es solo para asegurarse de que un niño haya sido tratado, que se hayan eliminado todos los piojos, que se hayan eliminado todos sus huevos o liendres y que no haya señales de una reinfestación.